Parásito

Parásito

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Los parásitos son todos los organismos que viven dentro de otro organismo (huésped), utilizándolo como fuente de alimento y entorno de vida, mientras actúan en su detrimento. Los parásitos conducen a una disbiosis completa del organismo, es decir, un estado en el que la flora amigable es invadida y envenenada por patógenos. Tanto garrapatas como algunos mosquitos, piojos, moscas, etc. se clasifican como parásitos. Sin embargo, estos son parásitos externos, y hoy discutimos los parásitos que existen en nuestro cuerpo solo internamente. Esta situación a menudo ocurre con la enfermedad de Lyme, donde las defensas del cuerpo contra los parásitos disminuyen.

Tipos de parásitos:

El mayor error es pensar que los parásitos residen solo en el tracto digestivo, donde se produce su diagnóstico más frecuente. Los parásitos también viven en la sangre, los órganos internos, el sistema linfático y otros tejidos del cuerpo del huésped. Algunos parásitos pueden infectar completamente el cuerpo. Hay más de 3200 variedades de parásitos y se pueden dividir en cuatro categorías principales:
1. Protozoos: lamblia, cryptosporidium, ciliados y Enredaderas: viajan en el torrente sanguíneo e infectan todas las partes del cuerpo
2. Trematodos: trematodos de sangre, pulmón, hígado, riñón o vejiga:su longitud es de aproximadamente 1-2 cm
3. Tenias: tenias de ganado, perros, peces o cerdos: pueden medir hasta 12 m
4. Lombrices intestinales: nematodos, anquilostomas: viven en los intestinos, el páncreas, el corazón, el hígado o los pulmones, pueden medir de 0,2 a 35 cm. Son muy fáciles de transmitir.

Síntomas de la infección:

Los síntomas más comunes son el dolor abdominal y la diarrea, pero los parásitos pueden causar todo tipo de síntomas que inicialmente no asociamos con la infección. Están por encima de todo:

- Problemas digestivos: gases, diarrea, dolor abdominal, estreñimiento, calambres intestinales, mucosidad en las heces, insaciable o falta de apetito, antojo de dulces, intolerancia, por ejemplo, al gluten o la lactosa.
- Problemas con el sistema inmunológico: debilidad, fatiga crónica, infecciones frecuentes.
- Problemas con el sistema nervioso: problemas de memoria, insomnio, demencia.
- Problemas emocionales: depresión, neurosis, irritabilidad, ansiedad.
- Otros problemas: alergias, acné, manchas blancas alrededor de la boca, urticaria.

Posibles fuentes de infección:

Hay muchas formas de infección con parásitos, pueden ocurrir en actividades cotidianas y ordinarias. Si, además, tenemos una inmunidad débil debido a la presencia de la enfermedad de Lyme y sus coinfecciones y la ingesta a largo plazo de antibióticos a menudo asociada, la posibilidad de infección con parásitos aumenta significativamente.
Los parásitos se pueden propagar a través de fuentes de agua, especialmente ríos, lagos, pozos o agua del grifo. Los alimentos poco cocidos también son una vía común de infección. Es necesario prestar especial atención a la preparación y procesamiento adecuados de pescado, carne, nueces, lechuga, etc. El portador también puede ser animales, tanto domésticos como de cría. Por eso es tan importante limpiar a sus animales con regularidad. Otra fuente potencial es también el contacto físico con una persona infectada, por ejemplo, las relaciones sexuales, pero también la falta de higiene adecuada, como el lavado de manos entre los niños.

Diagnostico:

El método más común para diagnosticar parásitos es el examen de las heces. El ensayo se efectuará tres veces a intervalos regulares. Esto permite que los huevos del parásito eclosionen y permite examinar el material específico. Sin embargo, algunos de los parásitos, como los oxiuros, se estudian principalmente con la ayuda de hisopos perianales. Es importante realizar las pruebas en un laboratorio especializado, que está especializado en parasitología.
Otra opción es un análisis de sangre serológico. Desafortunadamente, la prueba es útil solo en una etapa tardía de la infección.

Tratamiento:

Un método común de tratamiento es tomar un antibiótico, pero cada vez más personas optan por métodos naturales para tratar los parásitos. El tratamiento natural combina una dieta equilibrada y el uso de hierbas especializadas para fortalecer el sistema inmunológico.
Las hierbas antiparasitarias más famosas incluyen:
- Ajenjo dulce
- Nogal negro
- Mimosa púdica
- Chaparro amargosa
- Artemia annua
- Agracejo
- Raíz de genciana amarilla
- Aceite de orégano
- Aceite de clavo
- Extracto de semilla de pomelo
- Jengibre

Los parásitos son un problema cada vez más común en la sociedad. Según los datos de la OMS, en los últimos 10 años, los parásitos han infectado a más de 4.500 millones de personas, mientras que en Europa fue una de cada tres personas. Lo que también es muy importante es que sin el tratamiento temprano de la infección parasitaria, el tratamiento de la enfermedad de Lyme puede no traer los resultados deseados. Es por eso que es tan importante tener el tratamiento adecuado antes de comenzar el tratamiento de la enfermedad de Lyme y sus coinfecciones.

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