NAC (N-acetilcisteína) es una forma complementaria del aminoácido cisteína. Se usa comúnmente para apoyar la salud del hígado y ayudar a tratar la sobredosis de paracetamol. La NAC también se usa a veces para apoyar la salud respiratoria y ayudar a tratar afecciones como la bronquitis, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la fibrosis quística.

La NAC actúa aumentando los niveles corporales de glutatión, un poderoso antioxidante que ayuda a proteger el cuerpo contra el estrés oxidativo y el daño de los radicales libres. Además de sus propiedades antioxidantes, se ha demostrado que la NAC tiene efectos antiinflamatorios e inmunomoduladores.

Además de sus posibles beneficios para la salud hepática y respiratoria, la NAC puede tener otros posibles beneficios para la salud. Éstas incluyen:

  • Salud mental: se ha demostrado que la NAC tiene beneficios potenciales para las afecciones de salud mental, como la depresión, el trastorno bipolar y el trastorno obsesivo-compulsivo.
  • Salud cardiovascular: la NAC puede ayudar a mejorar la función de los vasos sanguíneos y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  • Rendimiento del ejercicio: la NAC puede ayudar a mejorar el rendimiento del ejercicio y reducir la fatiga muscular.

Stephen Buhner recomienda el uso de NAC en su protocolo para el tratamiento de la infección por Mycoplasma.

La NAC generalmente se considera segura cuando se toma en las dosis recomendadas. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar efectos secundarios leves, como malestar digestivo o dolores de cabeza.

Algunos medicamentos que pueden interactuar con NAC incluyen:

  • Nitroglicerina: la NAC puede interactuar con la nitroglicerina, un medicamento utilizado para tratar el dolor de pecho (angina), y puede aumentar el riesgo de presión arterial baja.
  • Medicamentos para la presión arterial: la NAC puede reducir la presión arterial y puede interactuar con medicamentos utilizados para tratar la presión arterial alta.
  • Medicamentos de quimioterapia: la NAC puede interactuar con ciertos medicamentos de quimioterapia, reduciendo su eficacia.
  • Acetaminofén (paracetamol): la NAC se usa a menudo para tratar la sobredosis de paracetamol y puede interactuar con el paracetamol, reduciendo su eficacia.
  • Antibióticos: la NAC puede interactuar con algunos antibióticos, como la tetraciclina, reduciendo su eficacia.

Hay algunas situaciones en las que el uso de NAC (N-acetilcisteína) puede no ser seguro o apropiado. Éstas incluyen:

  • Asma: la NAC puede exacerbar los síntomas del asma en algunas personas.
  • Trastornos hemorrágicos: la NAC puede tener propiedades anticoagulantes y podría aumentar el riesgo de hemorragia en personas con trastornos hemorrágicos o en quienes toman medicamentos anticoagulantes.
  • Embarazo y lactancia: No hay suficientes investigaciones sobre la seguridad de la NAC durante el embarazo y la lactancia, por lo que no se recomienda su uso durante estos momentos.
  • Enfermedad renal: la NAC se elimina del cuerpo a través de los riñones y es posible que las personas con enfermedad renal no puedan eliminarla adecuadamente, lo que podría provocar efectos adversos.
  • Enfermedad hepática: la NAC se usa comúnmente para apoyar la salud del hígado, pero en personas con enfermedad hepática grave, puede causar más daño hepático.
  • Alergias: algunas personas pueden ser alérgicas a la NAC y, en casos raros, podría ocurrir una reacción alérgica.

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